jueves, 28 de julio de 2016

VENEZUELA
Para nadie es un secreto que Venezuela se encuentra en uno de los episodios más críticos de su historia, en otros tiempos quedaron esos recuerdos de la llamada Venezuela Saudí, esa Venezuela de nuestros abuelos tan atrayente para propios y extraños. Muchos pueden tomar esta situación como desafortunada y negativa sobre todo para la generación de jóvenes que le ha tocado vivir esa etapa, pero de los peores momentos surgen las más grandes oportunidades, lo cierto es que todo esta serie de acontecimientos han generado una mayor identificación y deseo de lucha en esta generación de jóvenes tal vez mayor al de generaciones anteriores, lo cierto es que todos soñamos con esa Venezuela bonita de nuestros padres y abuelos, todos  queremos un país libre, tolerante, unido, donde podamos volver a confiar los unos en los otros, donde las madres puedan dormir tranquilas por las noches, donde los jóvenes no apuesten por irse, sino al contrario que apuesten por Venezuela. Queremos una Venezuela llena de venezolanos conscientes de lo que implica ser venezolanos, quiero un país en el cual sus ciudadanos entiendan que esa connotación lleva inmersa derechos pero también deberes.
Necesitamos a una nación consciente de que un país progresa, se desarrolla y se mantiene con el trabajo no de un grupo, sino de todos y cada uno de los miembros del mismo, ciudadanos conscientes de que es deber de cada uno, en sus distintas labores: como profesor, medico, ingeniero, enfermera, taxista, comerciante, etc; construir el país que queremos mediante el ejercicio de esa profesión con honestidad, respeto y perseverancia. Necesitamos volver a confiar los unos en los otros, confiar en que cada persona llevara a cabo su aporte para la construcción del país como debe hacerlo; parece increíble pero este factor la CONFIANZA es imprescindible para rescatar esos valores y características propias de la idiosincrasia venezolana que tanto nos caracteriza en todas partes del mundo y que en ocasiones por tantos contratiempos que vivimos parecen haber sido dejados de lado.
Queremos un país con verdadera vocación democrática, que sea capaz de entender, respetar y tolerar las distintas posturas y corrientes de pensamientos que hacen vida dentro de Venezuela, corrientes que nutren la ya muy rica cultura venezolana. Un país que entienda lo que el ejercicio de la soberanía implica, que dejemos de lado esa concepción de súbditos que tenemos sobre nosotros mismos.

Venezuela nos necesita, necesita que despertemos, que comencemos a luchar por ella, que demostremos nuestro amor por esta tierra que nos dio el ser y sin la cual ninguno de nosotros seriamos lo somos, demostremosle a Dios nuestro agradecimiento por habernos pensado venezolanos. POR AMOR A VENEZUELA, POR AMOR A NUESTRA HISTORIA, POR AMOR DE LOS UNOS POR LOS OTROS.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario