domingo, 24 de julio de 2016

Ciudadanía

        ¿Qué es la Ciudadanía?

Para definir que es ciudadanía debemos conocer quiénes son en primer lugar los ciudadanos, la respuesta a esta pregunta la encontramos en el artículo 39 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, son ciudadanos “los venezolanos y venezolanas que no estén sujetos o sujetas a inhabilitación política ni a interdicción civil, y en las condiciones de edad previstas en esta Constitución, ejercen la ciudadanía; en consecuencia, son titulares de derechos y deberes políticos de acuerdo con esta Constitución”.

Por tanto, la ciudadanía es la cualidad del ciudadano de un Estado: vínculo político y por tanto jurídico que une a un individuo con la organización estatal. Según la ley de Nacionalidad y Ciudadanía, en su artículo 4, numeral 4 la define como:


La condición jurídica obtenida por la nacionalidad venezolana, la cual permite el goce y el ejercicio de los derechos y deberes políticos previstos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

        ¿Qué debemos hacer para construir ciudadanía?

La ciudadanía honesta y responsable se construye sobre la base de la confianza recíproca, tornándose imprescindible comprender los vínculos capaces de convertir al conjunto social en una comunidad basada en el respeto, la solidaridad, la justicia y la inclusión.

Somos los propios ciudadanos los que debemos encontrar las respuestas necesarias para la construcción de ciudadanía, la cual no implica el rescate a ultranza de valores horadados por el paso del tiempo, sino más bien la consolidación de la confianza entre individuos diferentes; para ello, la mejor forma de hacerlo es apelando a la dignidad de las personas mediante el diálogo en su carácter de mecanismo idóneo para la vinculación de saberes y la conexión de emociones, a su vez cimientos de la convivencia pacífica y del progreso moral de los pueblos.

        ¿Qué es un pequeño ciudadano? 

Un pequeño ciudadano es todo aquel niño, niña o adolescente que busca desde su formación primaria contribuir al desarrollo de la identidad y al sentido de pertenencia a una comunidad. También busca ejercer su ciudadanía con responsabilidad, exigiendo respeto por sus derechos y, a la vez, cumpliendo con sus obligaciones. De este modo se construye una sociedad democrática y más justa.

         ¿Cuáles son los derechos y deberes de los niños, niñas y adolescentes?

Derechos
▪ Derecho a la vida.
▪ Derecho a la salud.
▪ Derecho a la seguridad social.
▪ Derecho a protección en casos de conflictos armados.
▪ Derecho a la educación.
▪ Derecho a preservar su identidad.
▪ Derecho al nombre y a la nacionalidad.
▪ Derecho a no ser separado de sus padres.
▪ Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
▪ Derecho a la recreación y cultura.
▪ Derecho a la protección y seguridad.
▪ Derecho a la participación libre y al desarrollo.

Deberes

Deberes con nuestra patria:
▪ Honrar y Respetar la Bandera
▪ Honrar y respetar el Escudo
▪ Honrar y respetar el Himno Nacional
▪ Amar a la Patria

Deberes con nuestra comunidad:
▪ Colaborar en el mantenimiento de las buenas condiciones de los servicios públicos tales como el teléfono, el transporte y otros. Evitar rayar o dañar todo aquello que está al servicio de las personas y todo lo que pertenece a otras familias o individuos.
▪ Colaborar con el aseo de la comunidad no arrojando desperdicios a la calle, jardines, parques o establecimientos.
▪ Contribuir con el mantenimiento de la escuela o parques donde realizas actividades.
▪ Respetar el espacio de tus vecinos.

Entre los Deberes del Niño y el Adolescente también se encuentran:
▪ Valorar y respetar a la familia, honrando y obedeciendo a los padres responsables.
▪ Actuar apegados a los principios de la convivencia democrática y la solidaridad social y humana.
▪  Cumplir las responsabilidades escolares, familiares y comunitarias.
▪  Respetar el medio ambiente.

         ¿Qué quiero para Venezuela?

Relacionando todo lo antes señalado, un buen punto de partida para construir una comunidad basada en los principios de respeto y solidaridad es el esfuerzo individual a pesar de las consecuencias inmediatas, la perseverancia en el ejercicio del bien con la esperanza de contagiar al propio entorno y potenciar esa fuerza renovadora que tantas veces ha probado ser nuestro recurso más valioso.

Abogo por la reconciliación nacional, por tender puentes entre ambas orillas políticas, abrir caminos de diálogo entre políticos y también entre nosotros mismos, los ciudadanos. En mi opinión, esto es fundamental para poder crecer como sociedad, crecer como país. En lo que a mí respecta, podemos generar una opinión pública sólida, con masa crítica que obligue a nuestros dirigentes enrumbarnos por el camino del diálogo y la reconciliación.

En lo económico, deseo un país que no sea dependiente de la renta petrolera. Deseo que esa renta petrolera se enfoque en inversión en infraestructura, que se utilicen como recursos para igualar oportunidades y no sean entregados como mera distribución de la renta para que sea dirigida al gasto. Sueño con que se “siembre el petróleo”, que se siembre en una educación básica y media de calidad, un país en el que los profesores sean bien pagados; que se siembre para crear un sistema en el que se recompense el mérito y el trabajo arduo. Deseo un país con la inflación controlada, es decir, que lo que me pague el banco sea mayor a esa tasa de inflación, deseo ahorrar e invertir en mi país. Deseo que cada trabajador informal pueda obtener en empleo formal, con todos los beneficios que ello implica. Quiero un país trabajador y productivo.

Deseo una Venezuela sin pobres registrando los basureros para subsistir, sin niños en la calle, sin drogas y sin delincuencia. Deseo que no haya escasez, que sea un país con alimentos abundantes tal como lo era antes, un país donde la vida transcurra normalmente, como la Venezuela de nuestros abuelos, pero dotada de modernidad. Quiero una Venezuela con un Estado y una sociedad conscientes y responsables ambientalmente, que conserve sus cuencas y ríos, sus bosques y playas, que esté orgullosa de sus parques nacionales y su biodiversidad, en lugar de destruirla cada día. Quiero una Venezuela de ciudades lindas, limpias y ordenadas, de suficientes y amplias avenidas y calles, con transporte público de calidad, donde la gente no pierda cada día 3 o 4 horas de su vida en colas de tránsito.

Por tanto, a mi parecer para comenzar el cambio y poder tener la Venezuela que todos queremos, tenemos que tener bien claro lo que es ser ciudadanos, es decir, tener desarrollado el sentido de identidad y pertenencia por nuestro país, acatando y ejerciendo con responsabilidad nuestros derechos y obligaciones, de igual manera, debemos tener mayor tolerancia unos con los otros, a pesar de tener ideologías distintas, todos buscamos el mismo fin, que es una mejor Venezuela.


Sí, tengo fe en que una Venezuela distinta y mejor es posible. Nosotros, los venezolanos, sin importar sus preferencias políticas, la forjaremos.


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